- En su intento por salvar a AMLO, Claudia Sheinbaum podría hundirse con él. La presidenta defiende al expresidente y a sus hijos, pero deja solos a los demás implicados, mientras crecen las evidencias de que la red criminal y de corrupción se fraguó en Palacio Nacional
Hernán Bermúdez Requena, alias “El Abuelo” o “El Munrra”, exsecretario de Seguridad de Tabasco y líder de La Barredora, arribó al Aeropuerto Internacional de Tapachula tras un accidentado vuelo desde Paraguay —con escala y más de 12 horas de retraso en Bogotá—, para luego ser trasladado al penal de máxima seguridad del Altiplano.
Ernesto Madrid
El regreso de Bermúdez golpea directamente al corazón de Morena. Sheinbaum intenta blindar a López Obrador asegurando que él pidió la destitución del exfuncionario, pero Adán Augusto López lo negó rotundamente: “Nunca recibí un reporte”. Esa contradicción lo deja exhibido como un político cada vez más aislado; fuentes de la propia 4T admiten que Adán se ha quedado solo, relegado en oficinas donde ya nadie le presta atención.
Los hechos son demoledores. Tres sillas del gabinete de seguridad de López Obrador estuvieron ocupadas por personajes ligados al crimen organizado:
- Adán Augusto, con el círculo de La Barredora en Tabasco.
- El almirante Rafael Ojeda, con su sobrino Farías Laguna manejando una red de huachicol fiscal desde la Marina.
- El Jefe de la Oficina de Presidencia, Alfonso Romo señalado por lavado de dinero para el Cártel Jalisco Nueva Generación.
A esto se suma lo revelado por Mexicanos contra la Corrupción: contratos exprés por más de 6 mil millones de pesos a Grupo Huerta Madre en Dos Bocas, empresa vinculada a los Bermúdez y certificada en actas notariales por el propio Adán Augusto.
El fuego ya alcanza a la familia presidencial. Ayer, Andrés Manuel López Beltrán, secretario de Organización de Morena, negó que él o sus hermanos hubieran tramitado amparos para evitar detenciones. Sheinbaum salió a cubrirlos de nuevo, acusando una “campaña de calumnias”. Sin embargo, existe un amparo a favor de 16 personas vinculadas al huachicol fiscal, donde aparecen los nombres de Andy, José Ramón y Gonzalo López Beltrán junto a militares como el capitán Miguel Ángel Solano Ruiz y el contralmirante Fernando Farías Laguna, hoy prófugo, lo que podría ser un automontaje.
Como si fuera poco, la presión internacional se recrudece. El gobierno de Estados Unidos impuso este jueves 18 de septiembre sanciones contra “La Mayiza”, una de las facciones más violentas del Cártel de Sinaloa. La UIF respondió de inmediato, bloqueando cuentas en México para alinearse con Washington. Una muestra más de que la política antilavado avanza al ritmo que marca la Casa Blanca, no desde las instituciones mexicanas.
El expresidente lo dijo alguna vez: “Nada de que el presidente no sabía, no se enteraba, lo engañaban. Eso es falso. El presidente de México está informado de todo lo que sucede”. Si eso es cierto, entonces supo —y sabe— del huachicol fiscal, de las redes en Marina, de los contratos de Dos Bocas y de los operadores sindicales.
De acuerdo con fuentes citadas por Carlos Loret de Mola, el siguiente en la lista sería Pedro Haces, dueño de la CATEM, brazo sindical de Morena. Sindicalista, empresario y multimillonario, Haces presume lujos que exhiben la contradicción con la “austeridad republicana” de Sheinbaum: aviones privados, hoteles en el extranjero y fiestas desbordadas.
Así, lo que podría ser presentado como un triunfo contra el crimen organizado se convierte en un boomerang. Sheinbaum defiende a AMLO y a sus hijos, pero queda atrapada en su herencia criminal. En su intento por salvarlo, podría hundirse con él.
@JErnestoMadrid
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