- Mientras el gobierno presume estabilidad macroeconómica, los hogares enfrentan menos poder de compra, problemas en salud pública y una menor capacidad para sobrevivir con las remesas
La confianza del consumidor en México registró en junio su peor caída mensual en siete meses, en un contexto marcado por el desabasto de medicamentos, la crisis en el sistema de salud y el debilitamiento del ingreso familiar derivado de un peso fuerte frente al dólar, que ha mermado el poder de compra de las remesas.
Ernesto Madrid
De acuerdo con cifras desestacionalizadas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) cayó 1.05 puntos, al pasar de 46.48 puntos en mayo a 45.43 puntos en junio, su nivel más bajo desde noviembre de 2024.
Los consumidores perciben un futuro incierto
Cuatro de los cinco componentes del ICC tuvieron retrocesos. El descenso más notable se dio en el rubro que mide la posibilidad de compra de bienes duraderos, con una caída de 2.59 puntos, el desplome mensual más agudo en 61 meses.
También cayó la percepción sobre la situación económica actual del país (-1.20 puntos) y la visión futura de la economía nacional (-0.94 puntos). En contraste, la situación económica esperada del hogar fue el único rubro con ligero crecimiento (0.19 puntos).
En términos anuales, el panorama es aún más desalentador: el ICC acumula seis caídas consecutivas y registró su mayor retroceso en 31 meses, con una contracción de 4.27 puntos respecto a junio de 2024.
Peso fuerte, remesas débiles
En paralelo, el peso mexicano cerró la semana en 18.62 por dólar, registrando una ligera apreciación del 1% acumulada en los últimos días. Sin embargo, esta fortaleza cambiaria ha tenido un efecto negativo en millones de hogares que reciben remesas desde Estados Unidos, ya que cada dólar convertido a pesos rinde menos, erosionando su poder adquisitivo.
Esto se suma a la tendencia descendente en el volumen de remesas enviadas, generando presión en las economías locales que dependen de estos ingresos.
IMSS reconoce presión financiera y desabasto
Por otro lado, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportó en su informe 2024-2025 una creciente presión financiera provocada por el aumento de enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión e insuficiencia renal crónica.
Actualmente, más de 5 millones de derechohabientes viven con diabetes, pero solo el 69.3% recibe seguimiento médico adecuado. Esta situación compromete tanto los recursos médicos como los financieros del organismo, que enfrenta dificultades para garantizar atención y surtimiento de medicamentos, especialmente en las Unidades de Medicina Familiar (UMF).
El informe atribuye este aumento de enfermedades a factores prevenibles como sedentarismo, dieta alta en calorías y consumo de tabaco y alcohol, todo en un contexto de envejecimiento acelerado de la población a lo que también se suma el desabasto de medicamentos.
Llamado a la inversión… en medio de incertidumbre
La presidenta Claudia Sheinbaum se reunió el pasado 3 de julio con el empresario Carlos Slim y otros miembros del sector privado, para pedir mayores inversiones en México. Sin embargo, los datos actuales de consumo, salud y finanzas personales reflejan un entorno poco favorable para reactivar la economía doméstica, al menos en el corto plazo.
Aunque algunos indicadores macroeconómicos muestran signos de estabilidad, como el tipo de cambio o las reservas internacionales, la economía del hogar mexicano muestra señales de deterioro: disminuye la confianza del consumidor, aumentan los retos en salud pública y se reduce el ingreso disponible en millones de familias receptoras de remesas.
El reto para el nuevo gobierno será alinear la narrativa oficial con la realidad cotidiana, y revertir esta tendencia antes de que el desencanto económico se transforme en descontento social.
@JErnestoMadrid
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