• Banner Luz De Tierra Esfera
  • Banners NATGEO ALAMOS 720X90

El efecto incertidumbre: entre las remesas que se esfuman y las reformas que no despegan

  • Mientras las “benditas remesas” comienzan a flaquear tras seis meses en retroceso, la economía mexicana enfrenta un escenario de desconfianza, salidas empresariales y consumo debilitado. Un país que aplaude pequeños triunfos mientras el espejo financiero comienza a agrietarse.

Durante años, las remesas fueron el oxígeno invisible que sostuvo al discurso oficial y a millones de hogares. Pero ese motor, presentado como símbolo de fortaleza nacional, empieza a emitir ruidos preocupantes. Según el Banco de México, en septiembre ingresaron 5 mil 214 millones de dólares, cifra que suena triunfalista hasta que se revisa el dato completo: una caída anual de 2.7%, con lo que el país acumula seis meses consecutivos de retrocesos.

Ernesto Madrid

El número de envíos también disminuyó. Se registraron 13.2 millones de transacciones, un 4.7% menos que el año anterior. Cada envío promedió 396 dólares, apenas superior al promedio previo, pero insuficiente para compensar la caída del flujo. En conjunto, los primeros nueve meses del año suman 45 mil 681 millones de dólares, un 5.5% menos que en 2024, la primera contracción desde 2013.

El llamado “orgullo nacional” se convierte, lentamente, en un motivo de inquietud.

Pese a la tendencia a la baja, algunos gobiernos estatales siguen brindando discursos dignos de campaña. En Morelos, por ejemplo, se presume un “crecimiento” de remesas del 0.54% en dólares durante el primer semestre de 2025, de acuerdo con El Sol de México.

Una cifra tan mínima que apenas da para una sonrisa, pero suficiente para justificar un boletín de prensa con tintes de victoria.

Lo que no se dice es que este microcrecimiento ocurre en un contexto de desaceleración laboral en Estados Unidos y endurecimiento migratorio. Cada dólar enviado desde allá hoy cuesta más esfuerzo, más riesgo y más incertidumbre.

Detrás del dinero que cruza la frontera hay trabajadores con menos empleo, salarios presionados y familias que dependen de un flujo cada vez más incierto.

El espejismo sigue siendo rentable políticamente. La narrativa del éxito, no tanto.

Las causas del retroceso son conocidas: una economía estadounidense que se enfría, políticas migratorias más duras y un peso mexicano apreciado, que resta valor a cada dólar. Si allá hay menos empleo y menor ingreso, acá se respira menos oxígeno.

El banco Banamex prevé que el declive continúe con una caída total de 5.3% en 2025, después de un modesto crecimiento del 2.3% en 2024. Es un aviso de que las remesas, más que benditas, son frágiles. Cuando la dependencia económica se asienta sobre el trabajo migrante, cualquier resfriado del norte se convierte en neumonía del sur.

Y mientras los dólares migrantes se agotan, las grandes empresas también comienzan a hacer maletas. Telefónica anunció su salida del mercado mexicano dentro de su plan estratégico 2026-2029. Su presidente, Marc Murtra, explicó que México ya no es prioritario frente a mercados como España, Reino Unido, Alemania o Brasil.

La compañía registró una pérdida neta de mil 80 millones de euros hasta septiembre y enfrenta un entorno complicado: un mercado dominado por América Móvil, altos costos de espectro y una regulación que asfixia a los competidores. En paralelo, AT&T enfrenta rumores sobre la posible venta de su filial mexicana por más de 2 mil millones de dólares. Oficialmente lo niegan, pero el silencio habla por sí mismo.

La desconfianza no se limita a las empresas. La confianza del consumidor lleva 10 meses consecutivos a la baja, y en octubre cayó 0.3 puntos mensuales para ubicarse en 46.1 unidades, con un descenso anual de 3.2 puntos. El mexicano promedio percibe lo que los indicadores confirman: la economía se desacelera y el bolsillo se encoge.

El turismo, otro de los motores que presumía el gobierno, crece por debajo del promedio nacional. En el segundo trimestre, el PIB turístico avanzó 0.4%, frente al 0.6% del PIB total. El consumo turístico interior subió apenas 0.8%, y el gasto por turismo receptivo cayó 4.7%, reflejando que el “superpeso” también encarece el destino México.

Así, entre remesas que se diluyen, empresas que se retiran y consumidores que desconfían, el país enfrenta un efecto dominó silencioso: la incertidumbre que llega del norte y la falta de reformas efectivas en casa.

El “efecto incertidumbre” no solo viene de las elecciones en Estados Unidos o del humor de los mercados; está dentro del propio modelo económico mexicano, sostenido en flujos que no controla y en narrativas que ya no convencen.

Porque cuando los dólares dejan de llegar, no solo se derrumba el discurso… se tambalean los hogares. Y cuando las empresas comienzan a irse, el verdadero éxodo no se mide en migrantes, sino en oportunidades que ya no regresan.

@JErnestoMadrid

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

 

  • Banner Luz De Tierra Esfera
  • Banners NATGEO ALAMOS 720X90